Has aprendido el arte de hacer más de una cosa al mismo tiempo. Atarte el zapato mientras utilizas el otro pie para mover la cuna. Comer un bocadillo mientras coges con tu otro brazo a tu pequeño… Por ello, tiene sentido que en más de una ocasión te hayas planteado el hecho de bañar a tu bebé mientras tu mismo te bañas. Pero… ¿Debes bañarte a la vez que tu bebé?
En resumen, podemos decir que si, siempre y cuando tomes una serie de medidas – y existen una serie de precauciones que debes tener en mente – Además, no esperes que tú y tu bebé terminéis bien limpios si no planeas vuestro baño de manera adecuada.
¿Cuándo puedes bañarte con tu bebé?
Debes tener cuidado a la hora de bañarte con tu bebé muy pronto. Normalmente, cuando tu bebé llega a casa del hospital, necesitas esperar hasta dos semanas para que su cordón umbilical se desprenda. En ese momento, será el momento en el que tu bebé podrá sumergirse en el agua de la bañera. Antes de que ocurra esto, lo ideal es utilizar una esponja de baño para lavar a tu bebé.
¿Con qué frecuencia deberías bañarte con tu bebé?
Puede que tú te duches diariamente, pero tu bebé no lo necesita, bañarlo una o dos veces a la semana está bien hasta que empiece a comer sólidos. En ese punto, la vida se vuelve más complicada, y puede que quieras empezar a bañarlo de manera más frecuente, ya sea en la bañera o en la ducha.
¿Es seguro bañarse con tu bebé?
Sin las herramientas adecuadas, no es la opción más segura, y aquí te dejamos una serie de razones. Cuando estáis mojados tu bebé y tú vuestros cuerpos son más resbaladizos, al igual que el suelo de la bañera. En otras palabras, el riesgo de caída es muy elevado.
Los geles y champús que utilizas de manera habitual durante tus baños o duchas pueden dañar los ojos y la piel de tu bebé que es más sensible.
Consejos para un baño seguro
Si lo que quieres es que tu experiencia de baño con tu bebé sea segura y divertida, debes tener en cuenta una serie de consejos que te vamos a dejar a continuación.
Lo primero de todo, debes hacerte con una alfombrilla anti-deslizante para ponerla en el suelo de la ducha o bañera. Esto es ideal para prevenir posibles resbalones o caídas, y te permitirá moverte de manera segura.
Para una mayor sujeción de tu bebé y evitar posibles deslices, algunos padres prefieren utilizar guantes para coger a sus bebés durante el baño. Estos guantes permiten un mejor agarre.
Asegúrate de tener a mano los productos como geles y champús mientras os bañáis, ya que debes darte cuenta de que no podrás coger el champú con una mano mientras que te lo echas en la otra. Los dispensadores de manos libres son buenas opciones.
Y ya que estás, ten cuidado con lo que llenas estos dispensadores cuando se trata de bañarte con tu bebé. Tu champú o jabón corporal habitual pueden no ser una buena opción para la piel sensible de tu pequeño, que puede resecarse con facilidad. Considera la posibilidad de utilizar en su lugar champús y limpiadores específicos para bebés. No te preocupes… ¡También te dejarán la piel suave!
Utiliza agua tibia -no tan caliente como para que el baño se llene de vapor- y evita que el chorro de agua golpee la cara de tu bebé. Si prefieres las duchas más calientes, limita el tiempo que el bebé pasa en la ducha contigo a unos pocos minutos.
Por último, si tu bebé está inquieto, puede que tengas que tirar la toalla. O, al menos, limitar su tiempo de ducha a unos pocos minutos para un rápido enjuague. En general, querrás que el baño y la ducha sean una experiencia lo más positiva posible.